Descartes, con su método de la duda y su preocupación de no incurrir en errores de la percepción a la hora de buscar la verdad (la humanidad venía de vivir bajo el engaño durante muchos siglos), sugiere el siguiente enfoque para guiar nuestra propia razón e intentar distinguir entre lo verdadero y lo falso. De antemano recomienda renunciar a las opiniones que por educación nos han enseñado. Su método es un enfoque que intenta minimizar el error, desechando las interferencias provenientes de los sentidos y la voluntad. Concita el espíritu exacto de la lógica, el análisis y el algebra, como matemático creador que era. (Véanse sus Meditaciones y Discurso del método).
Aplíquese el mismo como utilidad para enfocar un problema de caracter teórico, de investigación o monográfico. Puede resultar útil a la hora de tratar la materia de un escrito. Tiene todo el interés recomendado a quien pueda pretender “escribir algo” sin un plan. Mucho se dice que es mejor tener cualquier plan que ninguno.
- Partir de una evidencia de los hechos a desarrollar. No asumir algo como cierto a priori si, primero, no se cuenta con ella, con la evidencia.
- Dividir la materia a desarrollar en partes (lo que llamamos “análisis”), de modo tal que también las dificultades se parcelen.
- Guiar ordenadamente el pensamiento sobre las partes, yendo de los simple a lo compuesto o más complejo.
- Recapitular el desarrollo para verificar la posibilidad de que un punto se haya quedado sin tratamiento.
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