miércoles, 8 de mayo de 2013

Entre apodos, sobrenombres y seudónimos

Apodo:  nombre que se le da a una persona en función de un defecto corporal o circunstancia:  Simón Bolívar, el Libertador; José Rico, alias el Chino; Mustafá, el Tuerto.

Sobrenombre:  calificativo que distingue especialmente a una personal:  Alfonso X el Sabio, Juana la Loca.

Seudónimo:  nombre utilizado por un artista en vez del suyo propio:  El Curioso Parlante (Ramón de Mesoneros-Romanos).

Después de la observación se concluye: 

  • En apodos y sobrenombres el determinante (parte sintagmática que antecede al nombre) se escribe en minúscula y el nombre en mayúscula inicial:  Simón Bolívar, el Libertador; Juana la Loca.  En los seudónimos se mantiene la mayúscula en todas las partes:  El Curioso Parlante.
  • A diferencia del sobrenombre (Juana la Loca), el apodo se escribe entre comas:  Simón Bolívar, el Libertador.

Una oración ejemplar podría ser:  René, el Maticas, deseaba capturar a Tacupay.

Nótese que las partes se escriben sin comillas y sin cursivas, según criterios de la Real Academia Española (Uso de mayúsculas).

Sirva para acallar tanto desmán que impera al respecto, en especial entre tanto manual periodístico y escuelas de estilos.  Unos cuantos diarios en España y Venezuela tergiversan el uso normativo y se lanzan a una aventura recreacionista de la lengua.

Entre tantas invenciones, recomiendan colocar el apodo entre comillas, entre comas y en mayúsculas todo (Simón Bolívar, “El Libertador”), o entre comillas, mayúsculas y sin comas (Simón Bolívar “El Libertador”).  Además recomiendan que si el apodo se encuentra solo, se debe poner en cursivas:  Así, El Libertador, afrontó a los realistas; cuando la oración, según normas comentadas, ha de escribirse:  Así, el Libertador, afrontó a los realistas.

Según tales desórdenes, en una obra de ficción, donde a alguien hubiera que llamar “el Manitas”, se presentaría un mundo de complicaciones.  Esto es, como recomiendan, al principio se escribiría entre comillas o en cursivas (si aparece solo); luego, en virtud de la familiaridad, sin comillas y sin cursivas. 

La ventaja de la norma académica es incuestionable al respecto:  José Luis, el Manitas, es el Manitas en el completo decurso del texto:  el Manitas dijo; José Luis, el Manitas; José Luis, alias el Manitas, etc.  Si se escribe El Manitas se está dando tratamiento de seudónimo artístico.

Hay casos donde el apodo está entre dos nombres:  José “Pepe” Rivas.  Sólo en este punto, y es mi criterio, hay justificación para las comillas o cursivas, dado que el uso de las comas o cursivas rompería la secuencia de la naturalidad y marcaría una distincion con el nombre de pila (ver Ortografía de la lengua española, 2010, p. 632).

La cita en cuestión coloca estos ejemplos:

Jose Nemesio, alias el Chino

María Navajitas Mendoza

Ernesto “Che” Guevara

Invito a enriquecer el tema y, en especial, a corregirme.

martes, 13 de marzo de 2012

Literatura y arraigo social e ideológico

Eagleton, Terry.                                          
Introducción a la teoría literaria                                      
1994. Pag.: 35.
"Cualquier ideología social incapaz de enlazarse con temores y necesidades profundamente arraigados e irracionales [vía imagen, símbolo, costumbre, rito o mitología] [...] tiene pocas probabilidades de sobrevivir mucho tiempo."

Literatura e ideología

Eagleton, Terry.                                          
Introducción a la teoría literaria                                      
1994. Pag.: 35. 
"La literatura [...] es una ideología.  Tiene relaciones muy íntimas con cuestiones que atañen al poder social."

Definición de ideología

Eagleton, Terry.                                          
Introducción a la teoría literaria                                      
1994. Pag.: 27.
..."Entiendo por 'ideología' las formas en que lo que decimos y creemos se concreta con la estructura de poder o con las relaciones de poder en la sociedad en la cual vivimos."  Criterios:  "sentir, evaluar, percibir y creer que tienen alguna relación con el sostenimiento y la reproducción del poder social."

Literatura: el valor de lo literario

Eagleton, Terry.                                          
Introducción a la teoría literaria                                      
1994. Pag.: 21-2.
"Pareciería, pues, que los juicios de valor tienen ciertamente mucho que ver con lo que se juega como literatura y con lo que no lo es, si bien no necesariamente en el sentido de que un escrito, para ser literario, tenga que caber dentro de la categoría de lo bien escrito, sino que tiene que pertencer a a lo que se considera 'bien escrito".  Entonces "literatura es una 'forma de escribir altamente apreciada".

Véase también:  http://elfichero.blogspot.com/2012/03/literatura-su-valor-lo-da-el-lector.html

Literatura: su valor lo da el lector

Eagleton, Terry.                                          
Introducción a la teoría literaria                                      
1994. Pag.: 20.
..."Puede considerarse la literatura no tanto como una cualidad o conjunto de cualidades inherentes que quedan de manifiesto en cierto tipo de obras, [...] sino como las diferentes formas en que la gente "se relaciona" con lo escrito."  [Como si se dijera que es el lector quien decide el destino literario o no de una obra.  Piénsese:  hay obras que empiezan como textos literarios y terminan, por ejemplo, adquiriendo un valor arqueológico.]

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Definición de literatura

Eagleton, Terry.                                          
Introducción a la teoría literaria                                      
1994. Pag.: 19.
La literatura puede definirse como un lenguaje autorreferente, que habla de sí mismo:  importa es la forma "cómo" se habla de "un" referente, no el referente en particular

Nota:  vea “rarefacción”, lo que argüían los formalistas:  http://elfichero.blogspot.com/2010/06/formalismo-y-lenguaje-literario.html

Del género, género cuento y novela

Armería, Luis Beltrán.
'El cuento como género literario'
[S.f.], 
La teoría del autor, alternativa, fusiona criterios de M. Bajtín, W. Benjamin y Luciano de Samósata, y se sitúa en un "marco ideológico nuevo" (Peter Fröhlicher y Georges Güntert en el prólogo de la fuente, p. 7), a diferencia de aquellas que "expresan la decadencia del pensamiento de la modernidad".  [Sospecho que se refiere a la vieja teoría retórica, cuyos orígenes se remontan a principios del siglo XVII.]  Se resume en (1) "El cuento es un género no sólo autónomo de la novela, sino opuesto por su origen, su naturaleza y su historia"; (2) "Para definir un género literario nunca bastan los elementos textuales y el cuento no es una excepción", y (3) la naturaleza del cuento comprende enunciados "que van más allá de los esquemas retóricos de la narración" ("Cluster of Characteristics", en palabras de A.M. Wright en "On Defining the Short Story.  The Question", en S. Lhafer y J.E. Clarey (Eds.):  Short Story Theory as a Crossrads, p. 46-56).
Teoría e interpretación del cuento. Lang,Peter [ed.], 1995. p. 17-20.

Narratología

Armería, Luis Beltrán.
'El cuento como género literario'
[S.f.],
Narratólogo:  el que participa de la teoría retórica de la novela, la cual es extensible al cuento, y de la que se infiere que entre cuento y novela priva una diferencia cuantitativa de masa verbal.
Teoría e interpretación del cuento. Lang,Peter [ed.], 1995. p. 18-9.

Cuento y retórica

Armería, Luis Beltrán.
'El cuento como género literario'
[S.f.], 
LINEA RETORICA. La línea retórica es la teoría de la novela, que ha dominado la teoría genérica del cuento.  Su fundamento es:  la novela es narración, y el género superior de los narrativos, los cuales son, ascendentemente:  el chiste, la anécdota, la noticia (géneros primarios), y el cuento y la novela (géneros complejos).  Como movimiento teóricos retóricos tenemos:  el formalismo, la estilística y el estructuralismo, fundamentalmente, los cuales han intentado definir los "universales de la narración".  (Esto ha originado que los teóricos se diferencien entre sí, según el credo que profesen:  (1) el cuento se identifica por su brevedad respecto de la novela, (2) por su efecto único (E.A. Poe, proximidad entre inicio y fin), (3) por su "íntima conexión entre brevedad y efecto único" (Anderson Imbert, ¿...?, p. 17), o (4) por su brevedad como "vía teórica alternativa" (Norman Friedman:  ¿...?, p.)
Teoría e interpretación del cuento. Lang,Peter [ed.], 1995. p. 16-8.